miércoles, 11 de septiembre de 2019

macarrones con tomate y huevo



Rústico, sencillo, de las recetas de antaño. La primera versión fue solo hervir la pasta, escurrir y después pasar a un sartén con manteca que era lo más común (aceite si lo prefiere ahora) y achiote (colorante natural), un poquito de sal y listo.

Después para dar un poco más de color, a las Abuelas se les ocurrió (quizá pudo ser al Abuelo!!), poner aceite y mantequilla en el sartén, añadir la pasta, achiote y ponerle 1 tomate picado encima, que se fuera cocinando con el calor y dando humedad a los fideos. Podría pensarse en tomate rallado como una segunda opción.

Pero para terminar de dar sabor, un huevo crudo se le vierte encima, sal y condimiento. Mover el huevo entre toda la pasta, que se va adherir mientras se cocina. Y hasta simula ser queso visualmente. 

Y listo para servir al plato. O bien servido en gallos con tortilla de maíz. 

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