sábado, 29 de noviembre de 2014

galletas de mantequilla

Las galletas siempre caen bien para cualquier ocasión. La Navidad y las celebraciones de fin de año, son una excusa perfecta para darle un aire especial a estas clásicas galletas. 

Requiere como ingredientes 2 tazas de harina*, ½ taza de azúcar,1/2 cucharadita de polvo de hornear (royal), 2 barras de mantequilla (120gr c/u), 1 cucharadita de vainilla* y 2 yemas de huevo.

Empiece cerniendo la harina con el royal. La mantequilla debe estar fría, de manera que se pueda partir en cuadritos.  Bata la mantequilla con el azúcar, hasta que se forme un tipo de crema, entonces añada las yemas y la vainilla* (podría usar alguna esencia de otro sabor). 

Incorpore la  harina cernida* a poquitos hasta formar una bola (si nota que le hace falta un poquito de harina le añade unas cucharadas).  Retire la pasta, divida en 2 o 3 partes, envuelva en plástico y refrigere por 1 hora.

Luego sobre una superficie enharinada, estire la pasta, que no quede muy delgada. Corte con un molde de galletas o bien usando un aro y colóquelas sobre una bandeja engrasada de mantequilla. Lleve al horno precalentado a temperatura media 350°F/180°C por apenas 10 minutos. Saque y deje enfriar sobre una rejilla. Decore al gusto. 

jueves, 27 de noviembre de 2014

cohombro en mermelada


El que tiene su cohombro, que se lo eche al hombro. “Vos lo quisiste, vos te lo aguantás; quien hizo el cohombro, que lo cargue al hombro!

El cohombro es una planta de la familia de las cucurbitáceas, y probablemente nativa de Brasil, pero se encuentran en toda la América tropical. Pepino del diablo, cohombrillo, son otros términos por los que se le conoce. En Costa Rica es poca la producción de este fruto y por ser tan aromático era muy usado en tiempos de antaño, para sostener las puertas del comedor y para incorporar en los portales o pasitos de Navidad, pues al ir madurando va generando un dulce aroma.

Se consume como un vegetal cuando está verde. Puede usarse en picadillo o hervido como una verdura. Pero una vez maduro, funciona perfecto para refrescos, postres, mieles y repostería. Recetas que le he compartido aquí en el blog.

Doña Loly Jiménez Chaves, es una señora de Puriscal. Agricultora, apasionada por la tierra y agradecida por los tantos frutos que de ella nacen. Ella es de esas personas que tienen tan buena mano, que sigue sembrando sus semillas y las cosechas crecen cada año. Se imaginan un campo, con una hermosa enredadera y ver una cosecha de hasta 30 cohombros por el aire? todo un espectáculo! Así de orgullosa como tiene que estarlo, nos comparte esta fotografía de su cosecha  y nos regala la receta de mermelada o jalea de cohombro.

Una receta que más que el tiempo o ingredientes mismos para hacerla, satisface por el encantador aroma que impregna la casa mientras se está cocinando, como dice Gabriela, la hija de Doña Loly, y que se saborea delicadamente al acompañarla con una tajadita de pan, sobre helados o galletas. Si usted tiene la suerte de encontrarse en los próximos días de un hermoso cohombro, en la feria del Agricultor, en alguna zona rural del país, o se va a dar una vueltica por Puriscal, pues le invito a que haga esta delicia. 


Primero  se quita la cáscara de color rojo y se sacan las semillitas. Luego con un rallador convencional  se procesan los trozos de cohombro, (como si fuera zanahoria), o bien usar un procesador de alimentos, pero que no quede muy fino. 

Se mide lo que se obtuvo de fruta para agregar la misma cantidad de azúcar, y se colocan ambas cosas en una olla que no pegue, con un poquito de agua. Se agrega clavo de olor y canela enteras (no molida) para que no cambie el color de la fruta. Se deja hasta que alcance el hervor y entonces se baja la temperatura del fuego a mínimo y se deja así hasta  que se evaporé el agua y vaya tomando ese bonito color cristalino, aproximadamente entre 30 minutos y 35 y tome la consistencia deseada.

Puede conservarla en recipientes herméticos o refrigerada para disfrutar a su mejor antojo después. Muchas gracias Doña Loly por compartirnos su receta y la pasión por la Cocina Costarricense.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

verdolaga con huevo tomate


Esta bonita planta, que muchos usan de forma ornamental, crece comúnmente de forma rastrera en campos y potreros. Es un alimento subutilizado, pero de gran valor nutricional y era común en la dieta de los Abuelos. 

Portulaca olarecea es el nombre en que se ofrece más información en la red. Tanto las hojas como las flores son comestibles. Tan solo es tener la garantía de que están limpias, y desinfectarlas en agua con cloro, por unos 20 minutos. 

Se consumen crudas en ensaladas, en salsas, incluidas en sopas y así como hoy les comparte Cocina Costarricense con huevo y tomate. 

Se cristaliza una cebolla bien picadita en aceite, luego se incorporan un puñado de hojas de verdolaga y un tomate maduro picado. Cuando cambian su color, se le añade un par de huevos enteros y apenas se medio mueve. Añada pizca de sal y condimento al gusto, un poquito de queso blanco rallado. Mezcle suave y en un par de minutos estará listo. 
Servido en gallito con una tortilla para la hora del café cae muy bien. O sirve de complemento para la comida! 

viernes, 21 de noviembre de 2014

budin con coco



El tradicional budín de pan añejo, con el sabor del coco en sus ingredientes, para darle un aire diferente en presentación y textura. Requiere de 1 bollo de pan tipo baguette, partido en trozos. Puede ser añejo (de un día anterior o más) pero igual funciona si es pan del día. 

Se pone a remojar en leche a que lo cubra, bien pueden ser 2 tazas de leche común, pero le sugiero probar con 1 lata de leche de coco y completar con leche si requiere. Una vez suave el pan, le añade 1 taza de azúcar, 3 huevos enteros, 1 taza de coco deshidratado, 1 barra de mantequilla derretida (120gr),  1/2 taza de queso blanco rallado, especias al gusto como canela, clavo de olor en polvo y vainilla. 

Se une a formar una sola mezcla. Se vierte en un molde engrasado en mantequilla y rociado con azúcar negra o tapa de dulce molida (azúcar de caña). Se lleva al horno precalentado, a temperatura media 350°f/180°C por al menos 40 minutos, hasta que haya dorado y el centro esté firme. 

Los budines es mejor enfriar por completo para desmoldar. Se mantiene bien conservado hasta dos días. Luego es mejor refrigerarlo. Pero este tipo de receta es para saborearlo prontamente. Con un café o bien servido como postre. Espero lo prueben. Como siempre, pueden añadirse más ingredientes al gusto, pero se los reseño para destacar el sabor del coco. 


miércoles, 5 de noviembre de 2014

hongo shiitake


El hongo shiitake u hongo del árbol es una seta comestible originaria de Asia del este, shiitake significa "seta fragante". Desde la dinastía Ming (1368-1644), se recomienda ser utilizado no solamente como alimento, sino también como remedio para algunos padecimientos, como las enfermedades respiratorias, la mala circulación, el mal de hígado, el agotamiento, la debilidad y subir el qi, es decir, la energía de la vida, así como retrasar el envejecimiento. 

Pero fíjese usted, que aquí en Costa Rica, subiendo (irónicamente) el Cerro de la Muerte, en un lugar llamado Siberia de Pérez Zeledón, estos hongos crecen en los árboles de roble de la zona. Ahí funcionan los programas de turismo comunitario. Ahí se llega caminado, haciendo ejercicio, respirando aire puro, como en el grupo de Biocaminatas y lo premian a uno con estos honguitos.

Tiene muchas formas de prepararse, aquí les comparto esta receta básica: se pican los hongos y se saltean en aceite de oliva con ajo, cebolla, chile dulce y hierbas. Dado que el cultivo es especial, que no se produce en zonas comunes y que es un proceso lento y laborioso (aunque natural), el precio es más alto en comparación que la comida típica.

 Pero si usted se da un gustico de vez en cuando con unos camarones o una colita de langosta, porqué no dárselo por estos ricos y nutricionales hongos. Vea que hasta con una arruguita menos podría bajar de Siberia a su casa!. 

martes, 4 de noviembre de 2014

queque gelatina de limón


Hacer un queque simples para acompañar el cafecito de la tarde no es nada complicado. Cuando uno no se ha metido a hacer un queque le parece mucho esto con lo otro, pero ya después de un par de veces, tiene para decir … ah.. si es un queque!! (así de fácil – entre los vocablos del costarriqueñismo). Darle un aire diferente, entre color y sabor a limón, se logra incorporando un sobre de gelatina en polvo. 

Aquí le dejo la receta para que la tenga a mano, bueno en la pantallita, ya más de un virtual prójimo solo así le gusta. 1 barra de mantequilla  de 120gr (margarina o lactocrema), 1 taza de azúcar, 2 tazas de harina, 1 limón ácido verde (ralladura de la cáscara y jugo), ½ taza de jugo de naranja, 2 cucharaditas de polvo de hornear (royal), 3 huevos, 1 cucharadita de vainilla (opcional), 1 sobre de gelatina de limón 80gr., ½ taza de leche*(para ajustar).

Precaliente el horno a temperatura media. Empiece por batir la mantequilla con el azúcar hasta formar primero borona y luego que se vaya haciendo como una crema. Añada 1 huevo a la vez. Deje que se integre bien cada uno antes de añadir el siguiente. Luego la vainilla, el jugo de limón, la ralladura y el jugo de naranja. Agregue el polvo de la gelatina y las gotas de colorante.  Cierna harina y royal  y vaya añadiendo a poquitos hasta completar. Si la mezcla está muy espesa integre lentamente la leche hasta dar punto, pero sin que sea muy húmedo.

Pase la mezcla a un molde engrasado y enharinado y lleve al horno por unos 30 minutos, a 180°C / 350°F hasta que esté dorado. Compruebe que el centro esté firme punzando y verificando que salga limpio el cuchillo o palito de madera. Deje enfriar por completo antes de desmoldar.

Creo que funciona mejor en un molde tipo chimenea (agujero al centro) para que se cocine en forma pareja y la presentación se luzca mejor. Pero la que sigue (para el otro cumple) lo haré en un molde rectangular a ver qué pasa! A veces me dan ganas de comer algo rico y diferente,  entonces me acuerdo de este verde queque, lo hago y se me pasa!

picadillo vainica con huevo


Esta leguminosa, llamada en Costa Rica como vainica, también recibe otros nombres  como poroto verde, ejote, habichuela y vainita (Phaseolus vulgaris) Es una vaina mejorada del frijol. Se consume mucho en nuestro país estando tierna, en picadillos mixtos con verduras, sopas, envuelta en huevo en ensaladas, encurtidos, vinagretas e integrada al arroz.

El rebozar en huevo en pequeños rollos, se le dice barbudos (ver receta) y se disfrutan simples o con salsa de tomate. Pues el sabor es el mismo si se hacen tortas para simplificar el proceso. Y por ende muy parecido a este picadillo. Una receta que no es tan común, pero sirve como alternativa para disfrutarla.  

Para unas cuatro porciones, requiere de 500 gramos de vainica tierna, despuntada y picadita fina, 2 huevos, 1 cebolla, sal y condimento al gusto.  Se cristaliza en un sartén, la cebolla picada con 1 poquito de aceite. Incorpore la vainica picada y mueva. 

Añada 2 cucharadas de agua y deje que se evapore mientras se suaviza la vainica. Mantenga la medida de agua en cucharadas hasta que la vainica esté suave; entonces revuelva los huevos con sal y condimento y viértalos sobre las vainicas. En cuanto el huevo esté cocinado, se retira del fuego y estará listo.

Esta es una receta básica, bien podría añadírsele tocineta, culantro u otros ingredientes para cambiar su sabor y presentación. Es ideal para servir en tortillas (gallos) o como acompañamiento del resto de alimentos.


domingo, 2 de noviembre de 2014

miel de coco y pipa


Y el sol brilló tan fuerte con su encanto hasta convertirse en coco. Y la luna iluminó sutilmente y se transformó en pipa. En aquella tarde del verano porteño, cuando colgaban de sus asiduas palmeras, borrachas sobre la arena, se encontraron de pronto, enamorándose al mismo tiempo. Aquel atardecer encendió sus colores, la brisa revoloteó en los cabellos de los enamorados y la arena formó ondas musicales con notas de pasión, para crear juntos una miel de amor.

Esas mieles que nos hacen suspirar, de antojo, de dulcera. A la mayoría les gusta el coco maduro y la variedad del coco tierno, llamado en Costa Rica como pipa tiene ese sabor a Caribe que llega de inmediato. Aquí les comparto una receta tradicional, usando la tapa de dulce (jugo concentrado de caña de azúcar cocinado, ensamblado en cubos – panela, piloncillo, papelón) uniendo tanto coco como la pipa.

Requiere de 1 coco fresco, al que se le extrae el jugo, se pela y se ralla finamente. La pipa por igual, se extrae el jugo, se parte y se extrae la parte interna blanca, que puede picar o rallar. El jugo de ambas frutas se toma como refresco natural, pero no se usa en la receta.

Aparte se pone 1 cubo de tapa de dulce en una olla de fondo grueso, con apenas ½ taza de agua para que se empiece a derretir. Se puede picar previamente. Se le añaden astillas de canela y clavos de olor, 1 cucharadita de vainilla  y ralladura de jengibre. Se deja hervir y que empiece a tomar la consistencia de miel.

En un sartén u otra olla, se derrite una cucharada de mantequilla. Ahí se coloca el coco rallado y se mueve para se impregne de la grasa y empiece a tomar un ligero color dorado. Cuando tenga el tono y se haya tostado un poquito, se incorpora a la miel. Se deja espesar moviendo siempre con una cuchara de madera. Cuando se logra ver el fondo de la olla y se desprende fácilmente de las paredes de la olla, es tiempo de retirar.

Ahí se añade la pipa rallada, de manera que apenas tome la temperatura de la miel, pero no se cocine y así disfrutar de un contraste de texturas. Se puede servir tibia, o bien pasar a otro recipiente para dejar enfriar y usar luego como postre.  Hay muchas formas de disfrutar de esta miel. Sobre una tajada de pan dulce casero; con un bola de helados de vainilla. Para rellenar empanaditas de harina. También puede agregar leche en polvo para compactar la miel y formar cajetas.