jueves, 30 de mayo de 2013

berenjena rellena

Como les había comentado antes, siempre me gustó visualmente la berenjena. Su color, el brillo y forma. Siempre la visualicé en un centro de mesa. Más por la mala experiencia de probar un par de recetas servidas, la había marcado como ajena a mi cocina.
Luego dándole una nueva oportunidad, con el Ratatoille, redescubrí un buen sabor y eso mismo me llevo a prepararla en lasaña, pastel y dips. Ya sé como manejar su textura, su sabor y disfrutarla al saber que tiene un sabor propio, con ese toque de amargo que también lo tienen otras cosas, como las hojas de mostaza, flor de itabo, la toronja.

Así que a veces me antojo y me llevo un par entre mis compras. Algo sale con ellas; y aquí vine a dar con esta receta, sacada entre lo que tenía y lo que necesitaba gastar.
 Haga líneas con un pelador de verdura sobre la cáscara de 2 berenjenas enteras. No pelar completamente. Partir a la mitad conservando el tallo de unión para que sostengan su forma. Haga unas incisiones al centro de cada mitad y mantenga en agua salada unos 10 minutos. Escurra y saque con 1 cuchara las semillas del centro formando canastas.

Entonces rellénelas a su gusto, yo usé un picadillo de plátano con carne que tenía, pero puede rellenar con solo carne molida cocinada, trocitos de pollo, embutidos o con lo que tenga por ahí y que considere funcione como relleno.
Cubra con salsa de tomate preparada (tipo chunky que tiene un grado de picante), bañe con un poquito de queso mozarella, póngalas en un molde forrado de papel aluminio y lleve al horno hasta que el queso se gratine.  
Al final se sirven las mitades y les cuento que sabe como a pizza, como a pastel, como a invento que sí funcionó! 

viernes, 24 de mayo de 2013

pitanga en almíbar

La Pitanga, esa pequeñita fruta (Eugenia uniflora), conocida como ñangapiry, capulí, pitanga, grosella o cereza de Cayena es un árbol pequeño o arbusto neotropical de la familia de las mirtáceas, tiene un sabor muy propio y casi que solo bien madura sabe bien. Es muy generoso, fácil de “pegar hijos”: de sus propias semillas, se ponen a germinar sobre macetas con tierra y a poquitos va creciendo la planta. Luego se transplanta a tierra firme y se deja crecer tanto como se guste.

Así nació el que tengo en mi casa, como un arbolito de jardín, que cuando está en cosecha parece navideño, con sus luces de colores. Curiosamente no todos maduran al mismo tiempo, entonces se disfruta el espectáculo de verlo florecer paulatinamente, ver crecer los frutos verdes, como cambian su tonalidad de amarillo, anaranjado hasta llegar el rojo en su madurez y dulzura de sabor. Sí se deja, alcanza altos tamaños y se hacen muy frondosos. 

 No es una fruta completamente dulce pues se combina con algo entre amargo y ácido. Así que solo las rojas saben mejor. Pero cada quien puede encontrarle el gusto para saborearla como fruta fresca o bien hacer esta receta.

El almíbar es muy fácil de hacer y en solo minutos lo tendremos listo, la receta clásica indica 1 taza de azúcar y 1 taza de agua, colocar los ingredientes en una olla, disolver el azúcar en el agua y llevar al fuego mediano por unos 15 minutos. Lo importante es no dejar de remover, porque de lo contrario se puede caramelizar y no servirá, dejar hasta que tome la consistencia espesa.

Se le puede añadir el jugo de 1 limón ácido, 1 cuchara de licor, sirope de cola o 2 gotas de colorante rojo vegetal. Añadir 2 tazas de pitangas bien lavadas y dejar que alcance el hervor y se tome del sabor del almíbar.
Puede servirse tibio y si le pone helados encima, las temperaturas crean una obra artística en su plato. 

 O bien lo disfruta ya frío, sola o también con helados como un completo postre refrescante. 

lunes, 20 de mayo de 2013

Recetas para dos


Te acuerdas cuando tomaste la decisión de abrir tu blog? La aventura de empezar a escribir sobre lo que cocinas en tu casa, la magia que pones en cada plato y traducirlo en una fotografía, para luego publicarlo en tu sitio personal?

Aquella receta que conservas en un papel, un cuaderno, la que inventaste, la otra que viste en un programa y la que leíste en la red. Todos tenemos ese momento especial, de alegría, temor, incertidumbre, pero de mucha emoción cuando iniciamos. Así algunos de nosotros ya celebramos nuestro primer aniversario, otros ya nos sentimos más maduritos cuando hemos sobrevivido 4 y aún así la emoción siempre sucede, al ver respuestas y comentarios de los seguidores.

Ahora nace el blog “RECETAS PARA DOS”, un espacio de mi buena amiga Vannesa, que como ella misma presenta: “les comparto recetas de chefs de los que soy seguidora y de libros de cocina con recetas específicas que me interesan, pero que por lo general son para 6, 8 ó más comensales. Las familias modernas están compuestas por uno o dos miembros, por esa razón las adapto a mis necesidades. Aquí encontrarán recetas que interpreto con mi toque personal, modificando cantidades y reemplazando algún ingrediente. Tal vez encuentren que son un poquito más elaboradas, son recetas que cocino los días domingos, es una costumbre que me inculcaron desde niña como un premio; un día en el que hay más tiempo y porque es “lo que se come los domingos en el cielo”. 
 Les invito a conocer y hacerse seguidores de su blog. Donde van a encontrar opciones especiales, pero muy accesibles, como unos wraps- burritos, rellenos de fajitas de pollo a la naranja, con cebolla y PIPA caramelizada, con una mayonesa de zanahoria!!

Podrán conocer sobre las tortitas de maíz dulce, un platanito en salsa de tomate y otras delicadas recetas. Se los comparto con conocimiento de causa, pues como muchos, simplemente conservamos la fotos, y ahora da sus primeros pasos en la blogosfera y sé que sus ideas son bastante buenas. 
Gracias por darle su  apoyo a Vannesa, aprender y saborear de lo que nos comparte en su menú celestial. Saludos a todos amigos!

sábado, 18 de mayo de 2013

budín al rompope


Aprovechar el pan añejo siempre dio como resultado hacer un budín, al mezclarlo con leche, azúcar, huevos y mantequilla, así de simple, combinar todo y hornear.

Después cada quien le añade más a su antojo o lo que se tenga a mano. Fruta picada, pasas, semillas, puré de ayote, tamarindo, jugo naranja y esto y aquello.

Entre lo que tenía y lo que no había, eché mano de un paquete de mezcla en polvo para hacer rompope y dio como resultado este dorado budín (El rompope es una bebida también conocida como ponche de huevo, eggnog, pueden ver la receta tradicional EN ESTE ENLACE, pero en el mercado se adquiere una mezcla que tan solo se cocina con leche y al final se bate con molinillo, se le añade licor opcionalmente y ya estaría lista esta bebida).
 Requiere entonces poner a calentar 1 litro de leche con la mezcla y en el primer hervor se retira del fuego y se deja entibiar (puede usar 1 lata de leche evaporada y el resto leche común). Ahí mismo se añade 1 bollo de pan añejo en trozos, un poquito más de azúcar ¼ taza, vainilla, 2 cucharadas de mantequilla y 3 huevos batidos a mano.

Se pasa a un molde engrasado y se lleva al horno a temperatura media unos 40 minutos hasta que esté bien doradito y el centro esté firme. Por los componentes de la mezcla el color es dorado, como el mismo Flan y un sabor que así también lo recuerda.
Ahora bien, si no dispone de la mezcla en polvo, haga la receta normal del budín, remojando el pan en mitad leche y mitad rompope que venden listo en caja y tendrá un sabor muy especial. La textura es húmeda, bien sirve para acompañar el café o como postre.  

jueves, 16 de mayo de 2013

pan queque de cohombro


El que tiene su cohombro, que se lo eche al hombro, dice un refrán por ahí. “Vos lo quisiste, vos te lo aguantás; quien hizo el cohombro, que lo lleve (cargue) al hombro!

Fruto también conocido Pepino del diablo, cojombro, cohombrillo o cohombro amargo, nombre vulgar de Ecballium ellaterium. Nace en plantas tipo enredadera y asemejan a un pepino grande. Cuando están verdes (de color rojizo siempre) se parte, se extrae las semillas y ya pelados se usa como si fuera ayote sazón (calabaza). Al madurar, adquiere un fuerte y dulce aroma, por lo que se usaba para aromatizar el ambiente en las casas. Así maduro, se saborea como fruto, en refrescos, postres.
 Aquí en el blog pueden encontrar otras recetas (ver sección etiquetas). Esta vez quise aprovechar su dulce pulpa madura y lo integré con los ingredientes para hacer un queque o tipo pan batido. En detalle requiere 1 y ½ taza de pulpa de cohombro, 2 tazas de harina, cernida con 3 cucharaditas de polvo de hornear, ½ taza de jugo de naranja (mejor natural), 1 barra de mantequilla (120gr), 1 taza de azúcar, 4 huevos separados, pizca de sal, vainilla 1 cucharadita.

La fruta se parte, se separan las semillas exprimiendo su jugo para conservar y unir con la parte interna madura que se saca con una cuchara. Se licua y se cuela para tener consistencia uniforme y se mezcla con el jugo de naranja.

Se cierne harina con el polvo de hornear. En la batidora se crema la mantequilla con el azúcar y sal y se van añadiendo una a la vez las yemas, seguido de harina, alternando con pulpa de frutas y vainilla.

Aparte se baten las claras a punto de nieve y se une a mano, en forma envolvente con la mezcla anterior. Pasar todo a un molde engrasado de mantequilla y enharinado, con capacidad para dejar crecer mientras se cocina. Pasar al horno (precalentado de 5 minutos), a 180° por 30 minutos o hasta que dore y se pruebe que el centro esté firme.
Retirar y dejar enfriar. El característico sabor de la fruta se mantiene, adquiere un color bastante sugestivo y es perfecto para acompañar el tiempo del café. 

martes, 14 de mayo de 2013

arroz de maíz


Como legado de las costumbres y tradiciones rurales de la Costa Rica de ayer, uno de los recuerdos más bonitos son las fiestas o ferias pueblerinas. Estos eventos populares donde se destacan las festividades de los Santos Patronos del lugar, o como causar para recaudar fondos a beneficio del bien comunal. Los turnos, es la expresión típica para tal acontecimiento.

Los turnos se hacen en las plazas principales, en un campo abierto donde se instalan los juegos. Ahora muchos mecánicos, pero antes eran más sencillos, como la bruja, el barrilito, las rifas de cáñamos, el bingo.  Se construyen ranchos de madera improvisados, con techos de paja, con ventas de plantas, animales domésticos, manualidades. Pero como punto resonante siempre está el galerón, el fogón, o el rancho de la cocina.
 El espacio donde se cocina ahí mismo. Todo a la leña y con el sabor rústico de las comidas, arroces, sopas, gallos de picadillos y todo el montón de antojos dulces. Por supuesto que cada lugar tiene su especialidad y en cada región varían sus platos y tradiciones. La zona norte de Costa Rica, en la provincia de Guanacaste sin duda su música y folclor las hacen muy especial. Ni que decir de la comida, donde grandes platillos se lucen con sello muy regional.
Uno de ellos es el arroz de maíz;  curiosamente no contiene arroz, sino que está elaborado a base de maíz cascado y quebrado, semejando los granos del arroz. Este combinado con pollo y caldo, le dan un sabor y presentación distintiva y lo hacen lucir entre la variedad de platillos. Para este plato se usa una variedad de maíz conocida como “cascado”, el cual se muele estando crudo, partiéndolo en una máquina o llevándolo al molino. Luego se deja reposando en agua todo un día.

Al día siguiente, se lava pero se conserva la primera agua en un recipiente aparte, y luego seguir colando el maíz molido, para sacarle el resto del agua y que quede con una textura parecida al arroz, al tiempo que se desecha el pellejo (o pluma) que suelta el maíz. Se lava y cuela varias veces, hasta que el agua sea más clara cada vez. Puede usar entre ½ y 1 kilo según la cantidad deseada.

Aparte se cocina 1 pollo entero (o bien 2 pechugas), con bastantes olores en su caldo. Cebolla, chile dulce, ajos, hierbas y especias. Cuando la carne está lista se retira y en el caldo colado se empieza a cocinar el maíz. A esta sopa que se está formando, se le van añadiendo unas 3 cabezas de ajo, pimienta y comino en grano, hojas de culantro de coyote, 2 de manteca blanca vegetal, 1 cebolla grande, 1 tomate picado, 1 zanahoria picada.
Importante es usar una cuchara de madera en todo momento e ir cocinando a fuego lento, cuidando que no se ahúme, de preferencia en cocina de leña. Mover ocasionalmente. Conforme el líquido se va secando, entonces se añade al agua reservada de lavar el maíz. Cuando ya el maíz está suave, se le agregan 2 cucharadas de manteca de cerdo y la carne desmenuzada.
Se deja hasta que alcance el punto de hervor. El “arroz” debe de quedar suave y acuoso, no seco. De ahí lo importante de usar el agua del maíz, que al final sella con su sabor la receta. Estará listo para servir, si a bien lo tienen se usa plátano (cuadrado), guineo o banano verde sancochado para acompañar este arroz. Una receta de antaño, con aroma y sello de la pampa guanacasteca. Que si bien aún se puede disfrutar en la Provincia, también podemos adaptarla e intentar prepararla en nuestras casas.

domingo, 12 de mayo de 2013

lengua en salsa de espinacas

Dicen por ahí que los domingos se come especial en el cielo. Es el día en que se lucen, que se dedica más tiempo a la cocina. En compensación a una semana de trabajo y para disfrutar y compartir entre familia y amistades. 

A veces el ritmo diario de  la vida nos lleva a preparar cosas simples y rápidas. Pero cuando se dispone de tiempo entonces es el momento de alistar algo que nos guste y que lleva más tiempo. En mi familia la lengua siempre ha sido el plato "especial" para dominguear. Es de hecho mi carne favorita y la he preparado ya de varias formas. 

Esta receta que les comparto hoy es una interesante manera de presentación. El color verde que aporta las espinacas, rompe el tradicional color de la salsa de tomate o la salsa blanca. Si bien la estoy usando para esta carne, creo que combina muy bien con otros cortes. 

Yo lavo bien con sal y limón la lengua y la enjuago. La pongo a cocinar en agua suficiente con ajos y 1 rama de tomillo en olla de presión por 30 minutos a partir del inicio del sónido de la válvula. La retiro, elimino el líquido, le quito la capa superior y la tajadeo una vez que este algo fría. 

De nuevo a cocinar en olla de presión por 30 minutos más, esta vez condimentada con sal, cebolla, chile dulce, hierbas y especias al gusto. Al tiempo saco la carne y reservo el caldo. 

Aparte se licua 1 rollo de espinacas tiernas con todo y tallo, con 1 poquito de culantro y 1 ramita de apio.  En una olla se colocan 2 cucharadas de mantequilla, 1 cucharadita de aceite, 1 cebolla picada fino hasta cristalizar. Se añade el licuado, un poquito de perejil picado, 1 taza de caldo reservado y se deja hervir (compruebe y rectifique la sazón de ser necesario). 

En 1/2 taza de caldo se disuelven 2 cucharadas de maicena (fécula de maíz) y se añade a la salsa para espesar. 
Aquí tiene la opción de servir la lengua, acompañada de arroz blanco, o unas papas (o puré) y bañar con la salsa verde. 

O bien, mezclar la carne en la salsa unos minutos, para que se integren mejor los sabores. Una idea para disfrutar de una especial receta, en domingo o cualquier día especial. 

sábado, 11 de mayo de 2013

gallo pinto guandul

El guandul, gandul, guandú ó como lo conocemos en Costa Rica frijol de palo (Cajanus cajan) es una leguminosa que se da en un arbusto de hojas alternadas trifolioladas. Se discute sobre si su origen es África o la India, pero se cultiva hace por lo menos 3 mil años. Sus semillas (aromáticas o no) son utilizadas en la alimentación humana y como forraje para la alimentación animal. Contienen entre 10 y 17 % de proteína, lográndose producir más en la época de verano, en nuestro país es fácil conseguirlo en las ferias del agricultor y hay quien lo tiene como adornos en sus jardines.

Es un grano muy utilizado en la cocina de todo el Caribe y Centroamérica y en algunos países sudamericanos. No obstante en Puerto Rico y Panamá se luce en platos nacionales (como el gallo pinto, pero usando este tipo de frijol). En Costa Rica tiene una singular presencia en platillos en la zona atlántica, en la provincia de Limón, justo por ser el sector caribeño del país.
Para combinar esta variedad de elementos, he preparado el gallo pinto al estilo caribeño. Cocine el frijol de palo en agua, sal, tomillo, ajos, cebolla y 1 chile panameño entero. No hace falta usar olla de presión. En cosa de media hora pueden estar suaves. Aparte sofría en aceite 1 cebollita picada, chile dulce, apio, coloque unas cucharadas de arroz blanco añejo y frío, deje tostar un poquito y vaya agregando cucharadas escurridas del frijol.
Sazone a su gusto, pero yo le aconsejo un chorrito de “salsa Lizano” (tipo inglesa). Deje que todo se mezcle bien y se complementen los sabores. Antes de servir dele un toque de color con culantro picadito y disfrute.

lunes, 6 de mayo de 2013

tamales de guineo


Siempre se ha dicho que el guineo, la manzana y el caldo de frijol tienen mucho hierro. La verdad es que si tiene, pero en muy pequeñas cantidades. Se cree que si el alimento se oscurece es fuente de hierro, parece ser más bien parte del proceso químico al exponerse al oxígeno. Los expertos en salud recomiendan para aumentar el consumo de hierro en su organismo, comer hígado una vez por semana, añadir carne molida a las preparaciones como picadillos y pastas, rociar con limón ácido las comidas, NO tomar café o té negro inmediatamente después de las comidas para que su cuerpo aproveche mejor el hierro de los alimentos.
Entrando las primeras lluvias de mayo en Costa Rica, me inspiran a saborear un tamal. Entre la gran cantidad de opciones que tenemos  y las varias ocurrencias personales, ya venía con ganas de hacer unos de guineo. Estos son parecidos a los plátanos verdes, pero de un tamaño bastantes más pequeños, casi como los bananos; y con los que se puede preparar puré, picadillo, ensaladas, sopas y más.

Los tamales resultan ser bastante sencillos y prácticos. Cocine una docena de guineos pelados, en agua, ajo, tomillo, sal y condimento hasta que suavicen. Saque del caldo y májelos para convertirlos en puré. Añada 2 cucharadas de margarina, 2 cucharadas de salsa tipo inglesa (Lizano), ¾ de taza de masa de maíz en polvo y vaya añadiendo poquitos del mismo caldo donde se cocinaron los guineos para tener mezcla consistente de tamal. Opcionalmente puede añadir unas gotas de salsa picante o tabasco.
Puede rellenarlos solo con carne adobada y cocinada previamente (mixtas o la de su preferencia, 1 kilo es más que suficiente). Arme el tamal: sobre un cuadro de hoja de plátano soasada, coloque una cucharada de puré, una cucharadita de carne, cierre con doble hoja, amarre con hilo y cocine en agua hirviendo por unos 45 minutos. Deje enfriar antes de abrir. (de esta cantidad de ingredientes, salen 10 piñas, es decir 20 tamales).
Quedan más oscuritos, de ahí que son una porción extra de hierro, perfectos para acompañar con café negro.