martes, 29 de junio de 2010

picadillo de rábano


El rábano es una hortaliza de raíz, es decir, está debajo de la tierra y solo sobresalen las hojas. Se le conoce de forma común como Rábano, Rabanillo, Rabanito ó Nabo. Su nombre científico es Raphanus sativus y su origen es de Oriente. Existen variedades, en tonalidades de color y sobre todo en tamaño.

Quizá su característica más importante es su cierto grado de sabor picante. Hay variedades grandes, alargados más bien y los pequeñitos, de forma casi redonda. Las hojas que por lo general se desechan, tienen un alto grado vitamínico y fue de gran preparación en la historia de la gastronomía de Costa Rica. Al igual que otras hojas, tallos y plantas comestibles.
Uno de los remedios caseros, que me dieron de niño, a mi y a muchos otros, era justamente haciendo un boquete o agujero profundo dentro de un rábano largo. Se dejaba en posición vertical para que soltara el líquido y eso se lo recetaban para los males de la garganta, tos o ronqueras…como el agua picaba un poquito, a veces le ponían un pizca de azúcar… pero después de todo era rico y terminaba uno curado.

Quizá el mayor uso que damos al rábano es en ensaladas, partido, rallado, combinado con otros vegetales y legumbres, también algunos lo incluimos para acompañar sopas y hasta el pozol. No obstante también se luce como picadillo. Aquí les comparto la opción para prepararlo con carne.

Como ingredientes se ocupan unos 30 rábanos grandes, 1 kilo de cecina cocinada y luego molida (carne de res tipo posta), 2 sobres de consomé o condimento de su preferencia, una cabeza de ajo pequeña picada, 1 cebolla grande y 1 chile dulce grande finamente picado (pimiento), 1 tallo de apio y 1 rollo de culantro; 1 chile pequeño picante, ¼ de taza de aceite o manteca, 1 cucharadita de achiote (colorante natural) y salsa tipo inglesa al gusto. De estas cantidades sale una buena olla de picadillo, puede reducir a mitades.

Los rábanos hay que lavarlos bien, se les quitan los extremos, se parten y se muelen, usando máquina moledora de maíz o de arracache, para una consistencia fina (podría intentarse con procesador); se pone agua a hervir con una cucharadita de sal y se añade el rábano ya picado. Se deja unos 20 minutos, se pasa a un saco de franela y se escurre bien con las manos, o bien usando la secadora de ropa. Lo ideal es que quede bien seco.

Aparte se sofríe en el aceite los ajos, cebolla, chiles, apio y la mitad del culantro. Luego se le añade el achiote, la carne y los condimentos. Se deja tomar sabores y entonces se incorpora el rábano ya escurrido y el resto del culantro. Se mezcla todo muy bien y se deja unos minutos más.

Estará listo para servirse como un acompañante, pero no hay duda que se saborea más con tortillas y un buen café.

viernes, 25 de junio de 2010

dip de berenjena


La berenjena es un fruto muy común en muchas regiones del mundo. Su valor nutritivo no es muy alto, pero es ideal para lucirse en la cocina. Existen muchas recetas, pero lo principal a tomar en cuenta, es que siempre debe consumirse cocinada. Ya sea hervida, a la plancha o asada.

Si bien es cierto que tiene un cierto sabor amargo, que para algunos paladares se hace difícil aceptar, el mismo se puede reducir colocando la berenjena partida en agua con sal, unos 20 minutos. Esa agua se desecha y se lava de nuevo y listo. Se seca con papel absorbente y se lleva a cocinar.

Una de sus prácticas presentaciones, es en forma de dip, para bocas o entrantes (botanas, tapas). Y tan solo se requiere de estos ingredientes:

1 berenjena asada
Jugo de 1 limòn ácido
Gotas de tabasco
200 gramos de queso crema
Sal, pimienta, páprika al gusto.

Se lava y se parte en 2 a lo largo la berenjena. Se hacen incisiones con un cuchillo sin cortar la cáscara. Se barniza con aceite de oliva y un poquito de sal.
Se coloca en una bandeja en el horno a 300ªC por unos 30 minutos, hasta que suavice.

Se retira del horno. Se deja refrescar y se saca la pulpa de cada cáscara, la que reservamos para luego usar de fuente de servir.
Se maja bien la pulpa y se mezcla con el resto de los ingredientes, según el orden anotado. Se mantiene en refrigeración para que compacte un poco, hasta el momento de servir.

Se puede acompañar con galletas semidulces, con tortillitas tostadas o con tiras de pan pita.

Es una boca refinada, diría más bien para paladares más refinados, pero en síntesis, es muy sabrosa y se sale de la rutina de los entrantes de siempre.

miércoles, 23 de junio de 2010

almuercitos de repollo morado


El repollo es uno de los ingredientes que se presta para más de una receta. Quizá su principal uso en nuestras comidas se hace al picarlo y acompañarlo en ensaladas y tacos. Pero también es muy práctico para complementar picadillos y hay quienes prefieren un trozo en sopas y la olla de carne.

Una de las recetas que se lucen con sus hojas completas, son los llamados almuercitos de repollo, conocidos en otros lugares como “niños envueltos”! Esta consiste en usar la hoja entera, rellenarla con arroz y carne, arrollarlas, envolverlas en huevo y freírlos, luego es opcional complementar con una salsa de tomate. Previamente publiqué la receta (VER AQUÍ RECETA).

Manteniendo el mismo principio, se luce este plato al usar la variedad de repollo morado. Para obtener sus hojas completas se puede ir desprendiendo una a la vez, usando chorritos de agua caliente, o bien, sumergiendo el repollo entero en una olla con agua hirviendo. Las hojas separadas se dejan en agua caliente para que se ablanden.

Hojas del Repollo
 Quelites de Chayote
Aparte se prepara el relleno. Esta vez usé carne molida de pollo. Se fríe en aceite, cebolla, chile dulce, apio, achiote, se incorpora la carne y se deja cocinar. Se condimenta al gusto. Cuando esté lista, ahí mismo se incorpora arroz blanco previamente cocinado (añejo queda bien). Aproveché tener unos quelites de chayote, los piqué y añadí a esto. Se mezcla todo y reservamos. (los quelites son las puntas de la planta enredadera).

Se pone una cucharada de relleno en cada hoja, se cierra y se prensa con un palillo de madera. Se colocan los rollos en un pirex o molde para horno, se bañan con una salsa de tomate preparada y 1/2 taza de agua y se llevan al horno a 350° por unos30 minutos, para que absorban el líquido.

Al tiempo se sacan, se les pone queso tipo mozzarella y se vuelven a poner al horno para gratinar.


 Un platillo con una variedad de colores que invita a degustarse por sí solo.

 También lo puede acompañar con un puré o con verduras y ensalada.



sábado, 19 de junio de 2010

cajetas de coco y leche


La definición del término “cajeta” en el vocabulario de Costa Rica, se refiere al dulce que se prepara a base de tapa de dulce (panela), leche o azúcar y que se combina con semillas, verduras y/ o raspaduras de cáscaras de frutas.
En otros países puede tener otra acepción, como el “dulce de leche” en México y hasta en términos populares refiriéndose a otras cosas. Lo cierto es que en nuestro país, las cajetas ocupan un lugar especial como postres en todas las familias, se venden empacadas en supermercados, las hay caseras y también preparadas en improvisadas cocinas de gas y plantillas metálicas en las fiestas populares, en las aceras a vista y paciencia de todos.

Esta versión de cajetas destaca el coco y lo fácil de su preparación en el microondas. Los ingredientes son:
1 lata de leche condensada
1 cucharada de margarina suave
1 taza de coco deshidratado rallado
1 taza de leche en polvo

En un pirex o recipiente para el micro se pone la leche condensada y la margarina, se cocina 5 minutos, moviendo con espátula ó batidor globo manual, a la mitad del tiempo.

Al tiempo se saca del horno, se le añade el coco, revolvemos con cuchara de madera o con espátula de goma y se le va agregando, poco a poco, la leche en polvo, hasta mezclar completamente los ingredientes. Si la mezcla está algo rígida le puede añadir un chorrito de leche liquida.

Se deja refrescar la mezcla y, aún tibia, formamos bolitas con las manos ligeramente engrasadas con margarina. Se pueden colocar en un plato en forma individual, en capsulitas de papel o sobre un recipiente más grande para luego partir.

Conforme se sigan enfriando se pueden volver a manipular para hacer más compacta cada cajeta. Opcionalmente se le puede decorar con un trocito de higo azucarado, una gomita, hoja de menta, un clavo de olor, o el detalle de su preferencia.
El tercer domingo de junio en nuestro país, se celebra el día del Padre. Esta es una buena ocasión para preparar un dulce postre, rápido y sabroso. Felicidades a mi Papá y todos los padres de Costa Rica en su día.

jueves, 17 de junio de 2010

ratatouille


Durante la presidencia del Dr. José María Castro Madriz, se declaró oficialmente libre y soberana a la República de Costa Rica y decretó sus símbolos nacionales. Fue la esposa del presidente, Doña Pacífica Fernández Oreamuno, la inspiradora del diseño y colores del pabellón nacional. Sus tonos fueron inspirados de la bandera de Francia, aunque cambiando la orientación de las franjas.

El Decreto 147, fechado el 29 de septiembre de 1848 estableció que la bandera contaría de cinco franjas horizontales, de tres colores. El 12 de noviembre de 1848, por primera vez, esta bandera flameó en la Plaza Mayor de San José, elevando su color azul al cielo, cuyos colores plasmó en sus extremos, orando por la paz desde el blanco de sus franjas centrales y recordando la sangre de sus heroicos muertos, derramada por ella en la parte más ancha y central de su diseño. (ver más información).

De Francia también llegan otras influencias a través de la historia. Moda, idioma y por supuesto que su magnífica cocina. Es así como se puede saborear en “tiquicia” el Ratatoille. Este es un platillo originario de la Provence francesa reconocido aproximadamente desde el Siglo XVIII; su nombre es un vocablo popular, expresión compuesta derivada del verbo touiller (revolver o mezclar, dar vuelta, agitar) y es un guiso vegetariano muy saludable. Ratatoille es también el nombre de una película, donde se destaca la buena comida, y se demuestra que la alta cocina puede ser también muy sencilla. (ver más en fuentes: wikipedia y otra FUENTE)

Según el gusto y la localidad francesa, la receta presenta ligeras variaciones pero tiene un principio general, que estoy seguro puede ser elaborado en muchos países, por la facilidad de adquirir sus ingredientes:

aceite de oliva, 2 cebollas blancas pequeñas , 3 dientes de ajo, 1 chile dulce rojo y 1 verde (pimientos), 2 berenjenas, 2 zucchinis o zapallos tiernos (calabacines), 2 tomates maduros, 1 cucharada de pasta de tomate, albahaca fresca y "herbes de Provence" (una mezcla de tomillo, albahaca, mejorana, orégano, estragón, hinojo, romero y laurel y si prefieren, se le puede añadir un poco de lavanda; todas secas), sal y pimienta blanca al gusto.

La berenjena se pela y se pica en medias lunas o cuadros grandes, se ponen a reposar 20 minutos en agua y sal. Al tiempo se escurre y se lava de nuevo. Los zucchinis se parten en rodajas, igual que la cebolla, chiles y ajos.

En una cazuela grande, a fuego medio, se pone el aceite, se añade cebolla, chiles y ajos, se incorporan las hierbas. En un par de minutos se introduce berenjenas, zucchinis, se mezcla bien y se añaden los tomates, picados gruesos.
Se condimenta con sal, pimienta y la pasta de tomate y se deja por unos 20 a 30 minutos, moviendo ocasionalmente con cuchara de madera, con el fuego bajo o medio. Los tres vegetales sueltan líquido, pero si siente que hace falta, le añade cucharadas de agua.

Procure no mover muy fuerte ni mucho para mantener el cuerpo de los vegetales. Al tiempo se sirve con albahaca fresca espolvoreada.


Es un plato muy nutritivo, que se puede servir en recipientes individuales como una entrada.

O bien, servir de complemento para carnes, siendo lo más recomendado el pescado.

De Francia para el mundo, compartido desde Costa Rica para usted. Viva La France!

lunes, 14 de junio de 2010

Mi blog cumple 3 años!


Heme aquí, quizá como antes. Quizás nuevo esta vez! Pero estoy entre ustedes.

La fuerza de la Luz ha llegado hasta mi alma, me ha bendecido, cual celaje bondadoso que no se oculta para nadie. Cual calor tenue que permite a cada uno sentirse bien. Oh maravilla tecnológica que me permite tener mi espacio. El mismo que recorro en forma terrestre, uno más entre ustedes! Ya he llegado!

Con estas palabras inicié mi primera entrada, al conocer la plataforma de blogger y saber que era posible hacer un espacio personal. Era enero de 2007. Me inspiraba en el mundo de la reflexión, la metafísica, mi auto espiritualidad, mi ego, mi existencia y mi interacción con todos los que me rodean. Escarbé entre mis sentimientos, la magia de la escritura, el apoyo de internet y fui plasmando ciertas ideas en www.capricorniodeluz.blogspot.com .

En junio 2007 ya medio ubicado en blogger decido crear un blog de cocina, de lo que me gusta cocinar y sobre todo, de lo que se come en Costa Rica, bajo el seudònimo de "Capricornio", mi signo zodiacal, porque no creí que alguien llegara a leerme...!!!

De pronto hice un contacto, otra amistad, visitè un blog y alguien más llegó por aquí..el tiempo ha pasado, ya tengo 300 seguidores y aunque quisiera tener contacto con todos, muchos no sé quienes son, sigo otro montón de valiosos blogs culinarios y aprendo mutuamente.

A veces creo que ya estarán aburridos, pero el registro de visitas pronto alcanzará el medio millón de consultas y eso es de mucha motivación.

Esperaría 300 mensajes de felicitación, pero sé que eso no sucederá. No obstante, agradezco desde ya a quienes me saludaron previamente y a los que solo son lectores del blog. A quienes dejan comentarios. A los ticos residentes en el extranjero que me escriben y a las personas que me envían emails positivos, quienes me comparten sus recetas, sus consejos y referencias. Agradezco a quienes han dejado sus críticas, de las mismas he aprendido a superarme. Gracias a los extranjeros que valoran, aprecian y disfrutan de la comida tica.

Soy un tico, orgulloso de su nacionalidad, de la idiosincrasia de este país, de su cultura gastronómica. Aprendí de niño que los alimentos hay que compartirlos, en familia, con el vecino. Ahora intento dejar huella y compartir en forma virtual estas recetas. Muchas gracias a todos.

sábado, 12 de junio de 2010

torta de yuca dulce

Una de las satisfacciones más bonitas que deja la experiencia de tener un blog de cocina, son los comentarios positivos. Los correos cuando me cuentan que hicieron una u otra receta y que ya la disfrutan. Pero sin lugar a dudas, disfruto cuando me envían recetas y recomendaciones.

En estos días Ingrid Arce, una lectora del blog, me compartió esta deliciosa receta, que no pude esperar más y decidí de una vez prepararla. Ahora se las comparto a ustedes. Espero la disfruten.

Ingredientes

1 kilo de yuca CRUDA rallada o procesada (también conocida como mandioca)
250 gramos de queso mozzarella o que se derrita, rallado
5 huevos separados
1/2 taza de mantequilla derretida (solo mantequilla o lactocrema)
1 taza de azúcar
2 cucharaditas de royal (polvo de hornear)

Se baten las claras a punto de nieve, se agregan las yemas una a una, el azúcar poco a poco batiendo bien, se agrega el queso, la yuca cruda rallada, la mantequilla derretida y el royal. Se pone en un pirex engrasado y se hornea por al menos 30 minutos a 300 grados, hasta que dore o probando al punzar el centro.


Es importante dejar reposar unos minutos. Así caliente se parte en trocitos y se disfruta con un café, té o bebida caliente.

Si les llega a quedar algo para después, se vuelve a calentar en microondas apenas a que entibie, el queso vuelve a tomar su textura y le da una nueva esponjosidad.



jueves, 10 de junio de 2010

choricitos de plátano


Otra herencia del cuaderno de recetas de la bisabuela Doña Esther. Unos barrilitos de un combinado entre plátano verde y chorizo.

El chorizo, de origen incierto, quizá del latín salcicium, es un embutido típico del mundo hispanohablante. Como tal es una mezcla de carnes que se pican y se combinan con especias. En algunos casos se les añade picante. El pimentón (chiles dulces) le dan color y sabor. Esta mezcla de carnes se inserta dentro del intestino delgado de res o cerdo. Aunque también se fabrican en forma sintética, como el caso de las salchichas.

El plátano por su parte es una de las verduras que se encuentran en nuestro medio, siempre a un bajo precio y en producción anual. Su contenido de harina y valores nutricionales lo hacen ideal para estar presente en la comida diaria. Ya mezclándolo con el chorizo constituye por sí mismo un alimento completo.

La receta indica 2 plátanos verdes, ½ kilo (500 gr) de chorizo, 3 huevos, salsa inglesa, mostaza, polvo de pan y harina de maíz (masa en polvo).

Se pelan y se cocinan los plátanos verdes hasta suavizar. Se escurren y se muelen con el chorizo (o usar procesador). A esta masa se la añaden 2 yemas, 1 cucharada de salsa tipo inglesa, 1 cucharadita de mostaza y se mezcla bien.

Se forman bolitas (como albóndigas) con ayuda de masa en las manos o en un plato, se dan forma cilíndrica, se pasa por polvo de pan, por huevo batido y se fríen en aceite a temperatura media. Se escurren en papel absorbente y listo.

Son ideales para servir como entrantes, como boquitas y para acompañar un café de la tarde.

Creo que otra alternativa (porque aún no lo hago) es preparar una salsa de tomate natural, o hacer una mezcla con las tomatinas comerciales y poner a reposar estos chorizos un rato. De momento solo tuve la idea de coronarlos con salsa kétchup y mayonesa…! Pero aún sin nada, así solitos, son deliciosos.

miércoles, 9 de junio de 2010

lomo fingido de cerdo


Entre las comidas típicas de Costa Rica, destacan los cortes de carnes, rellenos y envueltos en hojas de plátano. Así se preparan lomos de res y de cerdo. (ver receta)

Otras versiones motivan a simular la receta original, empleando la carne molida, la cual se arregla en forma especial para obtener un buen sabor. La presentación conlleva a visualizarlo como un lomo, cuando no lo es, tan solo finge, por lo que toma el nombre de lomo fingido.

La receta indica mezclar 1 kilo de carne de cerdo molida con 1 taza de hojuelas para preparar puré de papas, 2 huevos, 1 taza de masa de maíz, se condimenta con sal, pimienta, cominos, salsa inglesa, orégano, tomillo, ajos majados y las especias de su preferencia. En esta ocasión le añadí quelites de chayote (puntas de la planta) y dejé reposar al menos un par de horas, para acentuar sabores.

Aparte se cocinan en agua verduras como zanahoria y papas (al dente), así como huevos duros. Esto servirá de relleno, al igual que he utilizado un poco de COL (similar al repollo pero más encrespado).

Se monta la carne en forma rectangular, extendiéndola sobre una hoja de plátano alargada, se coloca col, verduras y huevos. Se cierra en forma de cilindro, se termina de cubrir con doble hoja y se amarra con hilo. Yo preferí hacer 3 rollos, los que se cocinan en agua por unos 45 a 60 minutos.


Se escurren y se dejan refrescar un poco antes de partir. Es ideal para acompañar un arroz blanco o servirse como una entrada, ser pareja de una ensalada verde o bien tan sola una tajada para un buen café.

martes, 8 de junio de 2010

arazá


El arazá (Eugenia stipitata) es un arbusto perteneciente a la familia de las mirtáceas.

Es originario de la Amazonia Ecuatoriana, donde se encuentra la mayor concentración de plantas en estado natural. Su cultivo se ha extendido dentro de la Amazonia, en el Ecuador, Colombia, Perú y Brasil.

También es conocido como membrillo o guayaba amazónica. Su fruto tiene excelente sabor y aroma; es apto para producir jugos, mermeladas, helados y vinos; para la producción industrial de pulpa congelada, fruta disecada y la posibilidad de obtener aromas para perfumes. Se adapta bien a suelos pobres y ácidos; de clima tropical y subtropical, sin riesgo de heladas. (FUENTE)

Su fruto suculento posee un aroma y sabor agradable, pudiendo ser consumido en pulpas para refrescos, jugos, dulces, mermeladas y licores.

El arazá es una especie adaptada a suelos de baja fertilidad, así como a las variaciones climáticas del trópico húmedo amazónico. Da una cosecha de frutos a lo largo del año. Aunque tiene sus orígenes en el amazonia, ya se produce con buenos resultados en Costa Rica. Apenas lo empiezo a conocer, por lo que mi uso inmediato fue prepararlo en “fresco natural”.

El fruto es una baya esférica achatada, la pulpa es bien aromática y ácida dulce a la vez. Internamente tiene numerosas semillas, las cuales se eliminan y se conserva la pulpa. Puede colocarse todo su contenido primero a cocinar en agua y luego pasar por un colador, o bien tan solo dejándolas en un recipiente con agua un rato y luego frotar y eliminar semillas.

El jugo o pulpa se mezcla con agua, se endulza al gusto y entonces servir bien frio. Una fruta más de esta tierra tropical.

domingo, 6 de junio de 2010

pastel de coco


El coco es el fruto de la palmera; en su estado más temprano se utiliza mucho para el consumo del agua interna, que tiene un sabor bien dulce. En Costa Rica le denominamos pipa, y su correspondiente “agua de pipa”, la cual es muy bien recibida en las playas y centros de recreo en las costas.
Al madurar, se sigue aprovechando el agua, pero su principal uso es su fibra blanca. La que brinda un alto valor nutricional, por ser contenedor de grasas saturadas. El coco se puede consumir de inmediato, se puede rallar y obtener la “leche” de coco y se procesa también para extraer su aceite, que incluso se fabrican bronceadores con ellos. La industria también lo ofrece rallado en paquetes y deshidratado. No importa como lo obtenga, pero lo va a necesitar si quiere degustar de esta deliciosa receta.

Esta es un rescate del cuaderno de Doña Ester González (1914) con el nombre de Cocadas, en el mismo cuaderno me encontré la receta base para pasteles, por lo que decidí unirlas y este es el resultado.
Ingredientes del relleno: 1 coco rallado, 1 lata de leche condensada, 1 yema de huevo, 2 cucharaditas de azúcar molida y 1 cucharada de margarina.

Se mezcla la margarina con el azúcar hasta disolver bien, añadir la yema y la leche, mover vigorosamente hasta unificar y entonces incorporar el coco rallado. (natural o de paquete). Por mi cuenta le agregue unas cuantas pasas remojadas en ron "colorado". (es opcional).

Para la pasta: 2 tazas de harina, ½ cucharadita de sal, ½ cucharadita de royal (polvo de hornear). Cernir estos ingredientes y mezclar con ½ taza de mantequilla, margarina o lactocrema. Unir con la ayuda de 6 u 8 cucharas de agua helada.
Mezclar rápido para no amasar demasiado y dividir la masa en dos partes. Una parte se extiende en superficie enharinada y se coloca en el fondo de un molde engrasado. Se punza con tenedor y se lleva al horno precalentado por 5 minutos solamente.
Se saca y se cubre con el relleno de coco. Con la otra parte de la masa, se hacen tiras y se colocan encima a su gusto. Se pasa al horno por 30 minutos ó hasta que dore el coco y se cocine en el centro.

Se deja refrescar y se parte en triángulos. La receta origina solo se pasa el relleno al molde, por lo que asumo quedaría como una gran cajeta, por eso su nombre de cocada. Y como ven con esta base se convierte en un tentador pastel. Una receta de antaño, que aun se puede seguir disfrutando.

viernes, 4 de junio de 2010

bizcochitos

Se entiende como bizcocho en Costa Rica, la rosquilla de masa de maíz aliñada con sal y queso, en forma de empanada o lazo, con una consistencia por lo general crujiente, dura y tostada.

Parece ser una adaptación de los colonos españoles, que usaron el maíz para sustituir el pan de harina de trigo y luego fue tomando su propio matiz en la cocina costarricense.

La receta tradicional contempla el uso de varios ingredientes, donde sobresale el queso, la leche agria y hasta natilla (sour cream). (ver receta)

Como les comentaba en la entrada anterior, rescaté esta versión del cuaderno de recetas de Doña María Ester González Flores, (1914), que me parece que el uso del vitamaíz le da un resultado muy interesante. El vitamaíz es un polvo, como la maicena (fécula de maíz) que se utiliza sobre todo en la preparación de atol, o para espesar líquidos, pero tiene un grado de color amarillo, lo que contribuye a resaltar la presentación.

Adjunto les comparto la fotografía tal como se aprecia en el cuaderno, titulada "biscochitos":

Y aquí se las transcribo para mejor comprensión:

1 libra de masa, de maíz cocinado y molido (aproximadamente ½ kilo)
1 taza de vitamaiz
4 onzas de manteca o mantequilla (equivale a 4 cucharadas, bien puede usarse margarina)
1 libra de queso rallado (1/2 kilo, semiduro y con sal)
1 cucharadita de sal
Con estas cantidades salen unas 24 unidades pequeñas.

Se mezcla la masa con la mantequilla, de inicio puede hacerse con un tenedor, pero después siga con la mano. Cuando están bien unidas se añaden los demás ingredientes y se amasa un poquito hasta formar una bola de pasta, la que se estira a lo largo.

Se parte en trozos pequeños. Yo los convertí en una bolita primero, los majé como tortilla y se acomodan tipo media luna, sin presionar pues la misma pasta se une y queda aire para que se cocine por dentro.

Se pasan a una bandeja sin engrasar y se llevan al horno, a 350 ° por unos 30 minutos.


Se retiran y se dejan refrescar tan solo un par de minutos. Esto porque con la experiencia de probarlos de inmediato y luego saborearlos al día siguiente, me parece que es el tipo de receta que se disfruta mejor, así recién hechos. Luego recalentados, aunque conservan su buen sabor, la textura no es la misma.

Una receta fácil, con herencia y olor a hogar. Si la prueban, me gustaría saber de sus resultados. Yo las seguiré haciendo muy a menudo.

miércoles, 2 de junio de 2010

cuadernos de recetas


Cada país cuenta con una historia. La cocina es parte de ella. Según la época, los habitantes y la región misma, cada una aporta y hereda sus propias recetas. La época moderna nos presenta en forma virtual y física, cientos de libros, folletos, web y sitios para conocer de las cocinas y recetas del mundo.

Pero en épocas pasadas lo que se daba entre los apasionados de la cocina, era llevar un cuaderno de notas. Escritos por la misma mano, que preparaba el alimento. El libro de los apuntes, las notas de cocina, los secretos que no se debían olvidar. Eso era lo que se anotaba. No faltan esos adornados con recortes de periódico y revistas, ilustraciones muy rústicas, pero que dan vida a cada hoja.


Me apasiona leer sobre la evolución de la cocina. Y es justamente eso que tanto admiro en la cocina rural, de Costa Rica y toda América Latina. Conocer como ante la falta de tecnología, con técnicas rudimentarias, en hornos de barro, cocinas de leña, fogones y trastos de metal, se elaboraban las más deliciosas recetas de la época. La falta de refrigeración y reguladores de temperatura nunca fueron impedimento para hacer desde simples bebidas, hasta los más cremosos postres.

Un detalle que se absorbe es la redacción. Los términos culinarios, la forma de expresarse en la cocina. Ejemplo: ponga en un trasto grande a fuego manso los ingredientes, menee un rato y cuando haga el primer hervor, apee la olla. ¡Lindo verdad! Comprensible, pero ya no lo escuchamos de esa forma. Por igual los nombres de las recetas, “puntalito”, “bien me sabe”, “marquesotes” y otros que si aun mantienen su nombre, muchos los ignoran.

Y otro punto importante en la cocina costarricense, dado que siempre hemos tenido una economía agrícola, es el tipo de alimentos que se acostumbraban, tantas hierbas, plantas y flores, las vísceras de animales y combinaciones sorprendentes de las mismas.

Sofía Mitjavila, amiga y compañera de trabajo me ha facilitado un par de esos hermosos cuadernos. El primero, con fecha de 1914, de la Señora María Ester González Flores, su tía abuela, hermana de Don Alfredo González Flores, quien fuera Presidente de Costa Rica, (1914-1917), así como el cuaderno de su señora madre Doña Isabel Sánchez Oller, quien lo escribiera en 1960.



Sin duda un par de joyas para la historia gastronómica de nuestro país y del cual, me he abastecido de su lectura, del rescate de recetas, las cuales intentaré dejar algunas en este blog en las siguientes entradas. La primera serán los bizcochitos, un clásico de nuestra cocina, pero con su punto especial.


Mi madre también llevaba un cuaderno de estos, que es parte de la herencia familiar. Yo tengo montones de recortes de periódico, revistas y hasta este blog. Pero esos cuadernos de verdad, son el alma de los textos de cocina. Verdad que sí?